El mercado inmobiliario ha mejorado tras las consecuencias del covid. Los expertos apuntan a que habrá un crecimiento estable durante este año con una moderada subida de precios.
A la hora de comprar una vivienda, deberás tener en cuenta la oferta, las condiciones de financiación, el precio, los ahorros… Para facilitar la búsqueda, hemos agrupado los meses según las estaciones del año.
El verano
El verano es la época menos recomendada para comprar una casa porque muchos de estos inmuebles se destinan como viviendas vacacionales. La disminución de la oferta hace que suban los precios.
Además, coincide con las vacaciones familiares lo que significa un mayor gasto en los hogares y, aunque haya particulares que deseen una casa, casi nadie quiere renunciar a las vacaciones de verano para ahorrar en comprar una vivienda.
Sin embargo, en esta época del año si es una buena opción para ir mirando y buscando en el mercado las ofertas disponibles.
La primavera
Es una temporada donde puede ser un buen momento para visitar y comprar viviendas ya que hace buen tiempo y los días son más largos.
- Los compradores de primera residencia eligen la primavera porque es un buen momento para hacer una reforma.
- Los compradores de segundas residencias buscan en esta época del año una segunda residencia porque si la adquieren entre los meses de abril y mayo, la podrán tener lista para el verano.
La realidad inmobiliaria es, sin embargo, que en primavera hay mucha competencia y, por lo tanto, los precios de los inmuebles suben por lo que es más difícil encontrar una propiedad en buen estado.
El invierno
El invierno no es una mala época para comprar una vivienda, pero coincide con las fiestas navideñas y la cuesta de enero por lo que los gastos aumentan. Además de que la gama de vivienda es menor y las que hay son las que no se han podido vender a lo largo del año.
Esto tiene su parte positiva y negativa:
- La positiva es que los propietarios quieren vender a cualquier coste así que se puede negociar y obtener una buena compraventa.
- La negativa es si no se han conseguido vender estas viviendas en todo el año es por algo. Hay que investigar para dar con una propiedad que merezca la pena comprar.
El otoño
Según el mercado inmobiliario, los meses de septiembre, octubre y noviembre son los mejores para adquirir una propiedad. No sólo casas, también locales, oficinas, garajes… Esto se debe a que, por un lado, el número de inmuebles de obra nueva es mayor por lo que aumenta la oferta y puede haber una disminución en los precios.
Y, por el otro lado, es que en estos meses los bancos ofrecen buenas ofertas de financiación ya que están en el último trimestre del año y deben cumplir con los objetivos anuales.